El olor a lluvia me sabe a ti,
en las tardes calurosas de Mayo
y en las tardes candorosas de Abril.
Y en el viento a susurros
escucho tu nombre
y me trae a mi mente
tus fuerzas de hombre
acechando mi cuerpo hacia ti.
Después, la brisa me envuelve
y me imagino entre tus brazos
como fervientes lazos
llenos de amor por mí.
Porque en lo verde,
en el cielo, en la lluvia
y en todo sigues aquí.
Y en mi piel el deseo
se aviva si no estás junto a mí.
De aquel día a hoy
ya hace un año,
en que los tiernos besos te di
y a tu lado por mucho tiempo me vi
con la viveza de aquel primer día de Mayo.
Por eso, el olor a lluvia me sabe a ti,
huele a ti, se siente a ti...
y también te extraña
como yo te extraño.
La Mujer de los Sueños de Nadie
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