III
Ésta soy yo
La que no sabe si dejarte ir
O seguirte esperando
Y mientras decide
Y a pesar de todo
Te sigue amando.
Ésta soy yo
La que a veces
Te odia y te maldice
Por el trato injusto que provocas;
Pero al tiempo
Reza y te bendice
Por si te espinas con la hierba mala que tocas.
Ésta soy yo
La que a pesar de todo
Estaría contigo
La que daría la vida
Por ser testigo
De tus despertares en el alba.
Ésta soy yo
La que no te diste
La oportunidad de conocer
Por tu injustificada cobardía
Y con la que no tuviste la osadía
De inventar un mundo nuevo
Lleno de pasión y deseo
con ternura y simpatía.
Soy, de la que no probaste
Los ardientes besos
Ni los celos perversos
Que provocarías en mí
Que provocarías en mí
Como el vehemente frenesí
Que denotan estos versos.
La Mujer De Los Sueños de Nadie.
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