13 junio 2011

Supremo triunfo


Estoy ahora impregnada toda yo de dulzura.
Desde que me besaste, toda yo soy amor.
Y en la vida y la muerte, en lecho y sepultura,
ya no seré otra cosa que amor, amor, amor....

En la carne y el alma, en la sombra y los huesos,
ya no tendré más nunca otro olor y sabor,
que el sabor y el perfume que he absorbido a tus besos;
me has dado una fragancia, tersa y viva, de flor.

Hasta el último átomo de mi piel es aroma,
¡oh mortal podredumbre, te he vencido tal vez!
Eres mi hermano , ¡Oh lirio! Eres mi hermana ¡oh poma!
Desde que él me besara, rosa mi cuerpo es.

Juana Ibarbourou

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