10 abril 2011

Arriesgar, arriesgar, arriesgar!


¿De qué sirve el libre albedrío si nos limitamos a vivir en las mismas cosas todos días?
Nuestra vida es aburrida porque nos dedicamos a limitar millones de posibilidades para seguir siempre las mismas.

No tener miedo, el quid de esto es arriesgar. Y aprender que si no funciona, no tiene porque ser nuestra culpa para sentirnos mal. No perdemos nada con experimentar, al contrario, exploramos una opción que en nuestra vida aburrida jamás te atreverías a intentar.

Si al jugar puedes caer, también te puedes levantar.
Si en el arriesgar puedes perder, también puedes ganar.
Considera que en todo hay dualidad, pero verlo así es ingenuidad porque también es cierto que aprender es progresar.

Todos dicen que el fuego quema y no lo sabes hasta experimentar. ¿Es así como desde niños aprendemos a de la vida desconfiar? ¿A temer? ¿A dudar?

¿De qué?

¿Del dolor? El dolor es nuestra forma de vida natural y no por ello tiene que estar mal. Sin el dolor no sabrías valorar la felicidad e incluso no sabrías diferenciar. El dolor es una forma de recordar que estamos vivos, nos hace remitirnos a nuestra vida terrenal. Del dolor nacimos, en el dolor vivimos y en el dolor hemos de acabar. Todo está en la mente, en la manera de mirar. Al final es lo que te da fuerzas, te da motivos para seguir, para luchar. Si el dolor es inevitable, hay que aprenderlo aceptar y no a evitar.

¿Temes de lo que piense de ti el que está a tu lado? Sólo recuerda que es un hombre nada más, con los mismos errores y defectos que tú. Y si lo supieras… incluso él estaría igual o más temeroso que tú. Con las mismas necesidades que tú. E incluso acuciando tanto la libertad, como la añoras tú. El hecho de que la mayoría de la gente viva con las mismas limitaciones, no significa que es lo que debería de pasar, lo que debiera ser, como deberíamos de actuar.

¿Te atormenta el futuro?¿Temes a lo que pudiera pasar? Sólo te recuerdo que el “hubiera” no existe, más vale hacerlo realidad. Si las cosas no suceden como hubieras querido ya no estuvo en ti, piensa que es así como debió pasar.

Vive como piensas, siempre y cuando respetando a los demás. Arriesgar, arriesgar, arriesgar! No todo es parte del azar.

Porque el ser infeliz es una evasión a aprender a vivir, a aprenderte a equivocar.

La Mujer De Los Sueños De Nadie

1 comentario:

  1. Por eso…
    Estoy decida a formar parte de tu vida.
    Desde mañana estaré en tu destino, en tus horas y en tus días.
    Porque sé que si no lo hago me veré sumergida en los patrones de mi vida.
    La decisión será tuya, ya no será mía…

    ResponderEliminar