01 noviembre 2011

A la Puerta del Templo


Música: Faun-Ólafur Arnalds


Para hablar del Amor purifiqué mis labios con el fuego sagrado, pero no pude encontrar palabras adecuadas.
Cuando conocí el Amor, las palabras se diluyeron en un lánguido jadeo y el canto de mi corazón en un profundo silencio.

¡Oh vosotros que me habéis preguntado acerca del Amor, vosotros, a los que persuadí de sus misterios y maravillas, ahora, desde que el Amor me envolvió con su velo, tengo que preguntaros sobre el rumbo del Amor y su mérito.
¿Quién puede responder a mis preguntas? Pregunto sobre lo que hay en mi interior: quiero enterarme por mi mismo.
¿Quién de vosotros puede revelarme a mí mismo mi yo más profundo, mi alme a mi alma?

Decidme, por el amor de Dios, qué es la llama que arde en mi corazón devorando mis fuerzas y anulando mi voluntad.

¿Qué son esas suaves y ásperas manos escondidas que aprietan mi alma; qué es ese vino que, mezcla de felicidad y dulce pena, baña mi corazón?

¿Qué son esas alas que rondan mi almohada en el silencio de la noche, manteniéndome despierto mirando nadie sabe a qué?

¿Qué es ese algo invisible en el que clavo la mirada, qué ese algo incomprensible que rumio, qué el sentimiento que no puede ser percibido?

En mis visiones hay un sentimiento más hermoso que el eco de la risa y más arrobador que la felicidad.

¿Por qué me rindo a un poder desconocido que me mata y me vuelve a la vida hasta que apunta a la aurora y llena mi habitación con su luz?
[...]

¿Qué es lo que llamamos Amor? Decidme, ¿qué es ese secreto escondido en el tiempo que afecta todos los sentidos?

¿Qué es esta vigilia que de la vida y la muerte hace un sueño más extraño que la vida y más grave que la muerte ?

Decidme, amigos, ¿alguno de vosotros no despertaría del sueño de la Vida si el Amor tocara su alma con la punta de su dedo?
[...]

Fragmento de "Pensamientos y Meditaciones" Khalil Gibran

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