El hombre superior ama su alma; el hombre inferior ama su propiedad.
El hombre superior recuerda siempre cómo fue castigado por sus faltas; el hombre inferior siempre recuerda qué regalos recibió.
El hombre superior se acusa a sí mismo; el hombre inferior acusa a los demás.
El hombre superior es firme, pero no pelea; alterna fácilmente con los demás, pero no forma camarillas.
[...]
El hombre superior es tolerante con todos y no sectario; el hombre inferior es sectario, pero no es tolerante.
[...]
El hombre superior atiende a las cosas espirituales y no a su subsistencia. Si se cultiva una granja, se morirá de hambre, pero si atiende a sus estudios , encontrará riquezas en ellos.
[...]Un caballero se avergüenza si sus palabras son mejores que sus hechos.
Un caballero cuida tres cosas:
En su juventud, cuando su sangre es madura, es cauteloso con el sexo.
Cuando adulto, y su sangre es madura, es cauteloso respecto a trabar peleas o conflíctos en general.
Cuando es viejo y su sangre se debilita, es cauteloso con el dinero.
Un hombre joven ama a las mujeres; un hombre de edad madura ama la lucha; y un hombre viejo ama el dinero.
Confucio
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