Laura Gilpin,Shiprock with Storm. 1931
Aunque la fotografía liberó a la pintura de la necesidad de una representación perfecta de lo real, pronto cayó en la desamparada servidumbre de la sustitución.
Así, de manera paradójica y en un insolente maridaje con la pintura, la fotografía atinó entonces (finales del XIX) a dar con el más conspicuo camino para lograr la aprobación social e introducirse en los hogares de la burguesía. Las veladuras, los desenfoques, los paisajes desvanecidos, las referencias mitológicas, la evocación melancólica de paraísos perdidos y la representación de escenas bucólicas conformaron un peculiar estilo denominado “Pictorialismo” que, paralelo al impresionismo y enraizado en los grandes géneros plásticos del XVII –el paisaje y la figura- se mantuvo en boga hasta el primer cuarto del pasado siglo.
Para esa época la fotografía ya había fraguado su propio lenguaje independiente de la pintura por otros y muy diferentes caminos.
Jozef Emiel Borrenbergen, Reflex, 1934, Bélgica |
Huigens, René. Glissent sur l’eau,+/- 1937. Bélgica |
Léonard Misonne, Madame Misonne. +/- 1910. Bélgica |
Anne Brigman,The Bubble, 1907 |
Anónimo. On the river border #2.1910. Francia |
Real Sociedad Fotográfica:
Galería Clarence H. White: http://www.visibledarkness.com/depression/white.html
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